Hablar del Mariachi Nuevo Tecalitlán es hablar de tradición, excelencia y pasión por la música mexicana. Fundado en 1965 en Guadalajara, Jalisco, por el maestro Fernando Martínez Barajas, este mariachi nació con un sueño claro: preservar la auténtica esencia del mariachi tradicional, al tiempo que se abría paso en escenarios nacionales e internacionales.
Desde sus inicios, el grupo se destacó por su calidad musical, su elegancia en la interpretación y su profundo respeto por las raices del género.
A diferencia de otros grupos de la época, Nuevo Tecatitlán se propuso no solo acompañar cantantes, sino convertirse en protagonista, elevando el papel del mariachia a un arte escenico completo.
Con el paso del tiempo, el liderazgo pasó a manos de sus hijos: Fernando, Ángel y Carlos Martínez, quienes crecieron entre guitarrones, trompetas y violines. Bajo su dirección, el mariachi evolucionó sin perder su alma.
Incorporaron arreglos innovadores, formación académica musical y una visión artistica que los llevó a compartir escenario con figuras cómo Juan Grabriel, Vicente Fernandez, Lila Downs, Alejandro Fernandez, entre muchos otros.
Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina han sido testigos del talento tapatío. Cada presentación es una muestra de orgullo mexicano, donde el alma de Jalisco se siente en cada nota.
Entre sus producciones más emblemáticas destacan álbumes como A mi tierra, De Jalisco a Veracruz y Clásicos del Mariachi, donde rinden homenaje a las raíces mientras renuevan el repertorio con elegancia y energía.
Hoy, más de medio siglo después, el Mariachi Nuevo Tecalitlán es referente internacional de calidad y tradición. Es el mariachi que representa a México con dignidad, orgullo y una profunda entrega artística.
Porque mientras existan mariachis como Nuevo Tecalitlán, el alma de México seguirá cantando al mundo.
